30 junio, 2020
, Tucuman

“¡Basta de precarización, es urgente regularizar la situación!”

En Tucumán existe un único dispositivo provincial para abordar situaciones de violencia de género. El Observatorio de la Mujer de Tucumán, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, cumple las funciones de atención individual y grupal de mujeres en situación de violencia, y también brinda capacitaciones y formación en áreas especializadas en municipios y comunas. Estas acciones están coordinadas por psicólogas, trabajadores sociales y abogadas contratadas, que sufren de una extrema precarización laboral.

Desde el año pasado ocho trabajadoras y un trabajador del Observatorio vienen denunciando la falta de condiciones dignas para trabajar. Entre ellas, dos están sin contrato desde abril y siguen esperando la renovación, mientras que otras dos se vieron obligadas a renunciar por la misma condición. En la institución trabajan 21 personas, es decir que el 42% del personal total está precarizado. En febrero de este año, después de difundir un comunicado y hacer un paro por tres días, les pagaron noviembre y diciembre de los meses adeudados. Actualmente le adeudan cuatro meses del 2020.

El propio ministerio, a cargo del Dr. Gabriel Yedlin, cuenta con varias personas contratadas en la misma situación; por medio de contrato de servicio o de locación. En el caso del Observatorio de la Mujer todas son monotributistas, sus sueldos son de alrededor de $280 la hora, y gran parte es destinado al pago de impuestos y viáticos que corren por su cuenta.

Necesitamos que las políticas públicas de prevención en violencias por razones de géneros vayan acompañadas de un presupuesto acorde. En 2019 fueron 2830 las mujeres registradas por sufrir violencia. Ahora, sin condiciones dignas de trabajo, ¿cómo hacen para prevenir, abordar y acompañar a las feminidades de los territorios?

Esta exigencia se da en un escenario donde el poder legislativo convirtió a la provincia en la última en sancionar la Ley Micaela que implica la formación con perspectiva de género de todos los poderes y funcionarios del Estado. Vemos al ejecutivo capacitarse en el marco de tal ley, indispensable y necesaria. Ahora necesitamos que pongan foco en la política presupuestaria.

Las trabajadoras del Observatorio de la Mujer no paran de gritar: ¡Basta de precarización, es urgente regularizar la situación!

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