24 noviembre, 2019
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Una oruga salvaje en la Villa 31

 

 

 

 

De la mano de Brenda Martin, Lula Bertoldi y Gabriel Pedernera, nuestro barrio se llenó de ritmo. Eruca Sativa caminó por los pasillos de la Villa 31 para charlar más allá de sus canciones: “Hay qué cambiar al poder despiadado, al capitalismo y al neoliberalismo”. Y con las venas nutridas de metal tan verde como alternativo, luchan porque el Estado se haga responsable de lo que ya no se puede ocultar, aunque derogue protocolos y haga renunciar funcionarios que luchan por la Salud y el cuidado que esta marea busca garantizar: “El debate por la ley del aborto pone en la mesa una lectura de la realidad social muy importante, marca una agenda y sienta una base. Es una batalla ganada poder pensar en decidir, es también una lucha de clase”. Pero esta banda nunca tocó en soledad, sino para que el escenario también sea un espacio de igualdad de condiciones y plantearon la discusión: “El debate por el proyecto de ley de Cupo Femenino en Recitales, puso sobre la mesa una lectura de una realidad social y eso representa un terreno ganado”. Tras años de rockearla y reinventarse, en la banda permanece inalterable la siembra de su conciencia: “Sentimos la necesidad de visibilizar los problemas y las injusticias desde nuestro lugar, que es privilegiado, entendiendo que nos subimos a un escenario con gente que nos escucha y siente”.