4 septiembre, 2019
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Que se haga la luz

 

 

Ya son 50 años de oscuridad en las calles del Barrio Bosco II de Santiago del Estero. De 800 familias tan solo 14, que representan el 1,75%, tienen electricidad. De las 786 que no estamos conectadas al servicio eléctrico, que es indispensable para mejorar nuestra calidad de vida, 700 tampoco tenemos trabajo.

 

Hace 20 años se pusieron medidores en postes autorizados para una parte del barrio, alcanzando entre 80 y 100 familias. Esos medidores tenian un costo de $800, que se cobraba en las boletas. Por la falta de trabajo, muchos vecinos dejaron de pagar, y a medida que acumularon deudas, la empresa EDESE retiró los medidores y fuimos quedando sin luz nuevamente. Hoy esas deudas siguen vigentes.

 

Hace 4 años venimos pidiéndole a la Defensoría del Pueblo Municipal que nos ayuden a regularizar el problema. 260 familias lograron que pongan una red eléctrica intradomiciliaria, una instalación por dentro del domicilio que no está embutida a las paredes, ya que de otro modo no la permitían por medidas de seguridad. Para esto, rehabilitaron los postes y colocaron tres generadores monofásicos. Pero de nuevo, no todas y todos pudimos acceder, porque los costos del medidor, la caja, los cables y la llave térmica, se elevaban a $8.000, sumado a los $2.000 de conexión al reloj de la empresa.

 

 

 

 

 

 

 

Esta gestión fue iniciada a través de la Defensoría, que se encargó de los planos de los domicilios donde faltaba conexión, pero ante el pedido de los pilares para colocar medidores, el gobierno provincial no asumió el costo millonario de la instalación. Algunos pocos vecinos y vecinas compraron el medidor financiado en cuotas a un costo de $10.000, pero luego tuvieron que sacarlos por las tarifas mensuales elevadas.

 

Los tentáculos del problema nos aprietan en invierno, cuando tenemos que calentar los ambientes con “braceros” corriendo peligro por el monóxido de carbono, y en verano cuando la tensión no aguanta ni un ventilador enchufado, no podemos ni soñar con tener productos lácteos y frescos. La estigmatización siempre llega antes que la urbanización al Bosco, ya que por la falta de alumbrado público nos ponen en una lista de “barrios peligrosos” y el único colectivo del transporte público que pasa, deja de andar a las 21hs.

 

Y si todavía alguien se pregunta «¿de quién es la irresponsabilidad?», pues enciendan sus linternas y ayúdennos a seguir buscando al Estado provincial entre tantísima oscuridad.

 

 

 

 

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