28 febrero, 2019
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“Bajar la edad de imputabilidad es gravísimo para la democracia”

 

* Por Adolfo Pérez Esquivel,
Nobel de la Paz.

Ya lo intentaron varias veces, sus pretensiones no son nada nuevas. Como tampoco son recientes los daños que puede ocasionar bajar la edad de imputabilidad, en un claro acto de criminalizar a la juventud. En 2017 amenazaron con reducirla a 14 años y al no poder, ahora van por los 15. Así no se resolverá nada y, por lo contrario, se agravará la situación. Los pibes no necesitan represión: necesitan comprensión, acompañamiento y condiciones de vida digna.

Con esto, el Gobierno busca profundizar las desigualdades y dañar a los niños. Apuntan a la penalización, creyendo que con encerrarlos van a poner un freno a la situación de vida que tienen. Se equivocan. Una sociedad que no piensa la infancia, es una sociedad que daña el presente e hipoteca el futuro. Es simple: ¡Bajar la edad de imputabilidad es gravísimo para la democracia!

Es vital que la sociedad se interiorice bien en la ley que buscan implementar. En el proyecto se le otorga a los jueces penales la potestad para que los menores de 14 hagan tareas comunitarias por “ser sospechosos”. No es casual, quieren instalar más y más medidas de hostigamiento, disfrazadas. Los jueces deberían preocuparse por generar espacios sociales y darles un sentido de vida, y no avalar semejante atropello. Pero claramente no está en su agenda. Discriminan, penalizan y persiguen. En el mismo sentido, los diputados y senadores que voten a favor serán cómplices en caso de aprobarse esta reforma criminal.

En medio de la crisis, de miles de problemas que tenemos, los medios hegemónicos profundizan la desinformación que lleva a no crear consciencia sobre la problemática. Las universidades, todo el mundo del pensamiento académico también debe actuar, asumirse como protagonistas y poner en evidencia todos los tratados internacionales que este Gobierno no respeta y que demuestran que sería un retroceso que se promulgue la ley.

Como hoy, que marcharemos al Congreso de la Nación desde las 18hs, debemos seguir gritando en las calles hasta que quede sin efecto esta idea retrógrada. El pueblo necesita tomar dimensión de la gravedad; los adolescentes, comprender el peligro en la vulneración de sus derechos; y los padres, acompañar, participar, involucrarse en estos temas.

No hay que desligarse, nuestra juventud está en problemas.