27 septiembre, 2018
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427 días sin Johana

 

 

Ya pasaron 427 (sí, cuatrocientos veintisiete) días desde aquel 26 de julio del 2017, dónde vieron por última vez a Johana Ramallo en 1 y 63. A partir de ese entonces, la agonía se hizo incertidumbre y cosechamos más dudas que certezas ¿Y en todo este tiempo qué pasó? Desactivaron el programa “Ellas hacen”, rechazaron el proyecto de ley para la interrupción voluntaria del embarazo, y desfinanciaron la implementación de la ESI. ¿Y Johana? sigue sin aparecer.

 

Mientras tanto, Marta lucha no sólo por la aparición con vida de su hija, sino también por la justicia que, el Estado y la sociedad les deben a las miles de Johanas víctimas del sistema patriarcal: volviendo a pintar el mural del cuádruple crimen contra las víctimas del femicida «karateca» Martínez, a quien el poder judicial sigue manteniendo en libertad e impunidad, abrazándose con Susana Trimarco en las mismas luchas compartidas y acompañando a Nelly Gamboa en la búsqueda de justicia por su hija, que levantó su grito en la reciente apertura de la Casa Sandra Ayala Gamboa, Centro de atención y asesoramiento gratuito e interdisciplinario a mujeres víctimas de violencia de género. ¿Y Johana? sigue sin aparecer.

 

La gobernadora de la provincia, María Eugenia Vidal, se dedica a anunciar, junto a la ministra de seguridad Patricia Bullrich, el aumento de la cúpula de fuerzas de inseguridad federal junto con equipamiento nuevo para realizar un “operativo de saturación” en el conurbano. Las fuerzas represivas del Estado recrudecen cada vez más su accionar, desapareciendo y matando pibes y pibas todos los días en nuestros barrios vulnerados. Cómplices necesarias de las redes de trata de todo el país, que protegen a los proxenetas, dominan el territorio, gerencian el delito, y deslegitiman las denuncias por desapariciones, amedrentando a las mujeres que luchan por encontrar a sus amigas, sus compañeras, sus hermanas, sus madres, sus hijas. ¿Y Johana? sigue sin aparecer.

 

 

 

 

Marta Ramallo, en todo este tiempo ha enfrentado a las mismas fuerzas que realizan rutinariamente operativos transfóbicos como los que la seccional novena, implicada en la desaparición de Johana, ejecuta contra las trabajadoras sexuales trans y tavestis de la zona de plaza Matheu, aún a pesar de que el fallo Zambrano lo haya prohibido expresamente hace ya dos años. Mientras tanto y contra todo, el colectivo LGBTTTIQ no deja de resistir y avanzar, logrando la sentencia histórica contra el travesticidio de Diana Sacayán, y movilizándose en su nombre por la sanción a nivel nacional de la ley que ella supo alcanzar hace tres años en la provincia, y que a día de hoy todavía no se ha implementado. ¿Y Johana? sigue sin aparecer.

 

Sin embargo, todavía damos lucha, junto a Norita que nunca deja de acompañar, recordándonos en cada abrazo que entrelaza con otras madres la infatigable lucha a la que no podemos renunciar. Velando por la aparición de todos los Claudios y todas las Johanas, alzando sus gritos y enarbolando sus rostros, allá lejos, donde el Estado no quiere oírlos ni verlos.
427 días en los que, como dijo el presidente “pasaron cosas”… sin Johana.