15 julio, 2018
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Promesas bajo el agua

Hace ocho meses se cerraron las escotillas e irrumpieron las pesadillas, alimentadas por un Estado acostumbrado a hacerse el desentendido, fomentando al peor olvido. Tras aquella última comunicación con la tripulación, sus 44 familias obligan a oír el ruido de firmes cadenas y sentir el fuego que les corre por las venas, contrapuestas a un ministro que hace Aguad, mostrándose alérgico a la verdad. Pues desde la cartera de Defensa se dio de baja la recompensa, se hundió la licitación de la empresa que debía realizar la exploración y se ninguneó a los parientes en más de una reunión. Sin embargo, aunque llueva, nieve o se recrudezca el invierno, los familiares se guían por un radar con el que jamás se marearán: nadie se mueve frente a la Casa de Gobierno, mientras no vuelvan a buscar al ARA San Juan.

 

 

«Convocamos al pueblo argentino a acompañarnos hoy a partir de las 14 desde el Congreso a Plaza de Mayo, porque el tiempo se dilata y la última reunión con el ministro Aguad hizo que volvamos a empezar de cero», Luis Tagliapietra, papá de Alejandro Tagliapietra, Teniente de Corbeta del ARA San Juan.

 

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“Cada día que pasa lo sufrimos como si fuera 15 de noviembre de 2017. Por el amor a mi hijo no me iré de esta Plaza sin saber dónde está. Jamás lo voy a abandonar”, Yolanda Mendiola, mamá de Fabián Cisneros, Cabo del ARA San Juan.

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«La vida no me preparó para perder a un hermano. Le pido a la gente que nos acompañe porque hace 8 meses que el gobierno nos abandonó. Es muy dolorosa esta situación», Marta Vallejos, hermana de Celso Vallejos, Oficial del ARA San Juan.

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«Hay casi 60 niñitos que no saben de sus padres. Mi nieto nació hace dos meses y no pudo conocer al suyo porque está desaparecido. La angustia está destruyendo a las familias», Nancy Meoqui, mamá de Adrián Zunda Meoqui, Teniente de corbeta del ARA San Juan.

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«Encadenarnos frente a la Casa Rosada fue la única forma para que nos escucharan. Sentimos una falta de compromiso muy grande de este gobierno, sólo contrarrestable anímicamente con la contención del resto de la sociedad», Marcela Fernández, esposa de Alberto Sánchez, Suboficial del ARA San Juan.

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«Mi hermano estaba prestando un servicio para el Estado y nunca volvió. Hasta ahora nadie pagó por lo que pasó ni está preso. ¡Queremos justicia por los 44!», Daniela Leiva, hermana Luis Leiva, Oficial del ARA San Juan.

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“Nos sentimos defraudados, con el corazón colmado de tristeza, pero no dejaremos de resistir: seguiremos encadenados hasta que firmen el contrato para encontrarlos”, Marcela Moyano, esposa de Hernán Rodríguez, jefe de máquinas del ARA San Juan.

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“Agradecemos a quienes se acercan al acampe con una frazada o un abrazo, dándonos fuerzas para continuar. Poco a poco la llamita de la esperanza se va apagando, pero todavía espero el regreso de mi hijo”, María Morales, mamá de Luis García, cabo principal del ARA San Juan.