19 septiembre, 2017
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Saltando baches

 

Durante el mes de julio, la poderosa asamblea de Villa Cordobita hizo un pedido formal a la Secretaría de Planeamiento y Obras Públicas para notificar el mal estado de nuestras calles. Los caminos son de tierra y deben mantenerse periódicamente por el Municipio, sobre todo porque el barrio se encuentra en una pendiente y los días de lluvia el agua que baja del cerro forma zanjas profundas.

 

La calle principal y acceso al barrio es Paraguay, que es la más transitada y recorre un total de aproximadamente doce cuadras y media, de las cuales ocho son las más afectadas por falta de mantenimiento. Después de tres semanas, la secretaría nos respondió por escrito, aduciendo que la maquina aplanadora de tierra, que se utiliza para emparejar la zona, “pasa regularmente” y que “el ancho de la calle se encuentra limitado producto de la gran cantidad de viviendas construidas de manera irregular”. Además explicaron que las mangueras de agua que la máquina rompe al pasar y deja sin agua a los vecinos, son en su totalidad “conexiones clandestinas” que no cumplen con las reglamentaciones mínimas.

 

Sin embargo, el mal estado de las calles se puede explicar con la poca frecuencia con la que se realizan las obras de mantenimiento, como también el uso de tierra negra para dicha tarea, que solo genera barro y hace más peligrosa y difícil la circulación. Además, las calles que la Secretaría asegura son demasiado angostas, no están limitadas por viviendas y se pueden ensanchar sin problemas. La precariedad del servicio de agua, se explica por una instalación que realizó el Municipio en febrero de 2013, cuando colocó dos bombas de agua para proveer este servicio a los vecinos y fueron ellos quienes tuvieron que realizar las conexiones, que en un principio se encontraban a cuarenta centímetros bajo tierra, pero con las lluvias y la falta de mantenimiento de las calles, esa profundidad se redujo.

 

A todo esto, se le suma que ninguna línea de colectivo sube para nuestro barrio haciendo muy arduo el hecho de ir a trabajar y/o estudiar los días lluviosos y los que le siguen. Debemos bajar unas quince cuadras para tomarnos el colectivo más cercano. Esta situación se ve doblemente agravada ya que los remises, como nuestras calles están en tan precarias condiciones, se niegan a subir para Villa Cordobita. 

 

Por eso volvimos a generar una respuesta y el viernes 15 de septiembre entregamos un nuevo pedido ante las autoridades correspondientes, el cual tiene como número de expediente: 17-10284-01. Adjuntamos fotos del barrio para dar cuenta de la situación y solicitamos una reunión con los directivos para que de una vez por todas las calles de Villa Cordobita puedan ser transitables, dejemos de saltar baches y podamos llegar a las escuelas o trabajos sin barro o con el auto sano.

 

Seguimos exigiendo por el arreglo y mantenimiento de nuestras calles porque a través de esta desidia del estado, se vulneran varios de nuestros derechos, condicionándonos el acceso a la salud, al trabajo, la educación, circulación y, en suma, pone en riesgo nuestro derecho básico y primordial que es el derecho a la vida.

 

Y como siempre le seguimos preguntando al Municipio: en su Tandil soñado, ¿dónde está Cordobita?

 

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