9 abril, 2017
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Nos siguen pegando abajo

* Por Maxi Malfatti,
Maestro Villero, Escuela 6 de la Villa 21-24.

 

Y ahí tienen la mejor postal de la coyuntura: docentes reprimidos y apaleados, con los rostros sangrando y con los ojos llenos de gas, por haber tenido el tupé de intentar montar una escuela pública itinerante. Porque sí, frente al incumplimiento de la paritaria nacional y el vaciamiento de la educación, nuestra respuesta fue instalar un espacio abierto de reflexión.

 

 

Para semejante acto de terrorismo, llegamos esta mañana a la Plaza de los Dos Congresos, unos 200 maestros de CTERA, que nos encontramos de pronto cercados por todo el cuerpo de Infantería, que no sólo venía dispuesto a reprimirnos, sino además a decomisarnos los elementos que habíamos traído para las clases. Alertados por eso, nos congregamos muchos maestros más, pero nada pudo evitar la razzia sobre los delantales que les generan terror.

 

Tenemos compañeros heridos y se llevaron a cuatro detenidos.

 

Digan lo que digan y hagan lo que hagan, no vamos a callar, ni a dejar de marchar, para gritar con todas nuestras gargantas que los maestros y las maestras queremos trabajar. Volvimos a viejos tiempos y no estamos dispuestos a cargar las mismas secuelas. A este gobierno, le importan muy poco los pibes y las escuelas.

 

Hoy más que nunca, la educación del pueblo no se vende:
¡Se defiende!

 

«NOS SIGUEN PEGANDO ABAJO»

* Por Maxi Malfatti,
Maestro Villero, Escuela 6 de la Villa 21-24.

Y ahí tienen la mejor postal de la coyuntura: docentes reprimidos y apaleados, con los rostros sangrando y con los ojos llenos de gas, por haber tenido el tupé de intentar montar una escuela pública itinerante. Porque sí, frente al incumplimiento de la paritaria nacional y el vaciamiento de la educación, nuestra respuesta fue instalar un espacio abierto de reflexión.

Para semejante acto de terrorismo, llegamos esta mañana a la Plaza de los Dos Congresos, unos 200 maestros de CTERA, que nos encontramos de pronto cercados por todo el cuerpo de Infantería, que no sólo venía dispuesto a reprimirnos, sino además a decomisarnos los elementos que habíamos traído para las clases. Alertados por eso, nos congregamos muchos maestros más, pero nada pudo evitar la razzia sobre los delantales que les generan terror.

Tenemos compañeros heridos y se llevaron a cuatro detenidos.

Digan lo que digan y hagan lo que hagan, no vamos a callar, ni a dejar de marchar, para gritar con todas nuestras gargantas que los maestros y las maestras queremos trabajar. Volvimos a viejos tiempos y no estamos dispuestos a cargar las mismas secuelas. A este gobierno, le importan muy poco los pibes y las escuelas.

Hoy más que nunca, la educación del pueblo no se vende:
¡Se defiende!

Posted by La Garganta Poderosa on domingo, 9 de abril de 2017

 

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