11 abril, 2017
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CADENA NACIONAL

 

Abajo de los atriles, como cientos y cientos de miles, atrás del último turno y adelante del Palacio Pizzurno, un tipo estaba pidiendo que vayamos por los canales o que al menos oigamos, mortales, el ruido de las rotas cadenas que intentan recomponer los conjugadores compulsivos del verbo imponer, esos que crecieron con las secuelas de la privatización, esos que cayeron en las escuelas de represión, esos que se alborotan ante cualquier vertiente gremial, esos que desagotan toda fuente laboral, esos que apalean trabajadores organizados para enseñar la lección, esos que persiguen a los delegados del Ministerio de Educación, esos que recogieron palo a palo todo nuestro repudio, ¡ésos, despidieron a Gonzalo Zamudio! Y por eso apareció Norita, con toda esta garganta que grita, para que ninguno pase despistado, frente a otro trabajador expulsado por haber defendido una asamblea, a punta de convicción: este pueblo no cambia de idea, ¡pelea y pelea por la educación!