16 febrero, 2017
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«LIBROS PELIGROSOS, ABATIDOS EN COMBATE»

 

Heil, si alguna vez dudaste del gobierno marplatense por alguna medida menor que no te convence, como reprimir a miles de mujeres congregadas por su libertad o encubrir a una horda de nazis que azota la ciudad, hoy deberás reconocer la transparencia moral de todos sus lineamientos dialoguistas: una coherencia total, en todos sus estamentos «nacionalsocialistas».

Y sí, las noticias nunca llegan o siempre llegan tarde, cuando avanza otra embestida cobarde sobre nuestra asamblea del barrio El Martillo, oprimido y reprimido adentro de un globo amarillo, donde Luis Patti hizo gobernador a su pollo, mientras Viviana Araujo ejerce como funcionaria del Ministerio de Desarrollo.

 

Función aria.
Del Ministerio de Arroyo.

 

Mutante sobre la villa, inocente y tolerante como Micky Vainilla, intentó llevarse las computadoras, el equipo de sonido y el microcine que pertenece al Núcleo de Acceso al Conocimiento vecinal, porque considera que el progreso y el movimiento se llevan mal. No por quimera, prohibió la remera de La Poderosa adentro del local. Y en su segunda intervención, expulsó a una compañera por estar «muy metida en la organización». Profundamente abocada a la desintegración del pueblo villero y la «evolución» de la sociedad Argentina, propuso «mantener su merendero, pero haciéndolo en la esquina». Pues así, arrasando con la autogestión desde una irrupción autoritaria, viene desintegrando al Centro de Integración Comunitaria, donde ordenó desarmar la biblioteca popular, sacando todos los libros en medio de una sudestada, para motorizar una causa divina: había que montar su propia oficina. Gran trabajo, del intendente para abajo, transformando medidas persecutorias en desmedidas victorias, que conocerán por la prensa más trucha.

 

Algún día publicarán sus memorias.

Y las titularán: «Mi lucha».

 

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