3 diciembre, 2016
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ALCEN LAS MANOS, QUE VIENE UNA BALA

 

*Por Vilo Sánchez, comunicador de la asamblea del barrio Los Pumitas, Rosario.

 

Tercer día del mes de diciembre, sábado por la mañana y el escenario de nuestro barrio se pinta de la más impune chapa azul. ¿Qué cagada nos estábamos mandando? Ninguna.

 

Calle Rouillón y Maradona. Mientras varios vecinos estábamos en la vereda tomando unos mates, se asoma un patrullero, se bajan los oficiales y empiezan a corrernos, sin dar explicaciones. “Las costumbres de nuestro barrio”, dirán algunos desde afuera. La costumbre de operar de las fuerzas de inseguridad, decimos quienes las sufrimos a diario.

 

La performance fue clara: alcen las manos, tapense la cara y reciban las balas. Quien recibió uno de los disparos fue Ricardo Walter Velozo, el vecinos de gorra roja y remera azul que se ve en la foto. La bala le pegó en los brazos al cubrirse la cara, porque allí apuntaron. Ricardo está internado y nosotros en el barrio asustados, sin parar de decir que esto se está yendo de mambo. ¡Como siempre, los pibes pobres la estamos pagando!

 

Si te quedan dudas de este relato, te invito a ver cómo la foto que acompaña la nota habla por sí sola. La registré antes de correr a encerrarme en una casa, frente a una lluvia de disparos que por un largo rato no iba a parar.

 

 

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