* Por Soledad Deza, abogada de Belén.
Desde que la Corte Suprema de Tucumán ordenó la libertad inmediata de Belén, anulando la prisión preventiva, ya pasaron 48 horas que de inmediatas no tuvieron nada. En el medio, se sucedieron diversos trámites innecesarios, porque la libertad no puede estar condicionada por la burocracia judicial. Y eso generó que hoy a las 11 de la mañana me viera obligada a presentar un hábeas corpus a la Corte. Varias horas después, seguimos esperando que liberen a Belén de una vez.
Las expectativas son muy fuertes, porque la anulación de la prórroga de la prisión preventiva nos permite afirmar que Belén está detenida arbitrariamente hace 4 meses y 2 días. Si esto no acelera a la Justicia, ya no sé qué factor la haría reaccionar.
Para que ahora estemos a un paso de tenerla entre nosotros, ha sido crucial la conformación de la Mesa Provincial para la Libertad de Belén, porque ha unido al movimiento de mujeres, sobreponiendo una demanda feminista a la lógica patriarcal de cada organización. Toda esa solidaridad nos ha fortalecido mucho, al igual que el acompañamiento de tanta gente a lo largo y ancho del país, que demostró una profunda adhesión en una causa vinculada con el aborto, esa cuestión que nuestros propios parlamentarios se niegan a discutir. Haber logrado una marcha nacional con esta consigna, demuestra que la sociedad se juega cuando hay injusticias. Que no todo está perdido.
Hoy, Belén está emocionada, fuerte, muy fuerte, pero sobre todo ansiosa. Y ayer mismo, se lo reprochó al secretario de la Cámara: “Hasta el último minuto, me van a hacer sufrir”.
