17 abril, 2016
,

Pasajeros en trance

Cuando terminen de discutir cuánto aliviará Uber a los oficinistas o cómo afectará al trabajo de los taxistas, no se olviden de averiguar quién carajo se podrá tomar un tacho por la ruta que desanda este muchacho: nos baja la bandera, nos hace pagar cualquiera y nos impone circular con el cartelito de desocupados, mientras nos corre sin parar, el relojito de los supermercados.