Ayer, en vísperas de nuestro festival por el Día de la Mujer, un nuevo escalofrío general volvió a recorrer la barriada, con la fuerza de las voces que no pudieron callar: otra piba asesinada, ahora en Castelar, víctima de su ex marido y de todo este sistema corrompido que nos quiere sumisas, devotas, sin risas, con botas, en manos del “sexo fuerte” y siempre calladas, hasta que nos separe la muerte o 17 puñaladas. ¿Pero saben qué? Aún somos muchas, pero muchas de pie, porque sí, mujer bonita es la que grita, así, como Norita: “Cada dia, mientras exigimos Ni Una Menos, sufrimos una más, porque faltan políticas de Estado para nosotras, porque esto se volvió una locura y porque muchos políticos van a las marchas, pero no toman medidas. Y no, no se trata de una pelea de las mujeres contra los hombres, sino de una batalla conjunta contra este dolor en el pecho del género humano, que hoy duele otra vez”.
